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¿Qué es la Agricultura Ecológica?

Los términos agricultura ecológica, biológica, orgánica, biodinámica o biológico-dinámica definen un sistema agrario cuyo objetivo fundamental es la obtención de alimentos de máxima calidad respetando el medio ambiente y conservando la fertilidad de la tierra, mediante la utilización óptima de los recursos y sin el empleo de productos químicos de síntesis (fertilizantes, plaguicidas, antibióticos, etc.).

La preocupación por mantener un ecosistema más equilibrado, conservando una mayor diversidad genética del sistema agrario y de su entorno, con la utilización de rotaciones de cultivo y de técnicas respetuosas con el medio ambiente y el bienestar animal, hacen de la Agricultura y Ganadería Ecológicas una forma de producir más sostenible que aúna el progreso y tradición y que está adquiriendo, día a día, un mayor peso en el marco de la producción agroalimentaria mundial.

¿Cómo se regula?

La agricultura ecológica se encuentra regulada a través del Reglamento Europeo (CEE) 2092/91 que especifica las condiciones rigurosas que deben cumplir todos aquellos operadores (agricultores, ganaderos, elaboradores, importadores, etc.) que desean producir, elaborar o comercializar este tipo de productos.

El desarrollo normativo comunitario en cuanto a agricultura ecológica es continuo. Como ejemplo, en 1999 se aprobó el Reglamento (CEE) 1804/99, que completa la norma de 1991 regulando la producción animal y en el año 2000 el Reglamento (CEE) 331/2000 que define el uso de un logotipo europeo.

En España, el control y la certificación de la producción agraria ecológica se lleva a cabo mayoritariamente a través de Consejos o Comités de Agricultura Ecológica territoriales, que son organismos dependientes de las Consejerías o Departamentos de Agricultura de las Comunidades Autónomas, o directamente por Direcciones Generales adscritas a las mismas. No obstante, cada vez más, las tareas de certificación y control las realizan organismos privados autorizados independientes, que deben estar acreditados por la Empresa Nacional de Acreditación (ENAC).

¿Cómo reconocer un Producto Ecológico?

Como distintivo para que el consumidor pueda distinguir en el mercado los productos de la agricultura ecológica, todas las unidades envasadas, además de su propia marca, deberán llevar:

1. una etiqueta (o contraetiqueta) numerada;
2. un logotipo o anagrama especifico, con el nombre y/o el código de la autoridad u organismo de control y la leyenda “Agricultura Ecológica".
3. Sin estos tres distintivos nos encontraríamos ante un producto que no cumple las normas de certificación y, por tanto, no garantiza verdaderamente que provenga de un sistema de producción ecológico.

¿Por qué comprar Productos Ecológicos Cooperativos?

1. Triplemente sostenibles. Son productos de empresas rurales que son capaces de aunar los valores de la producción ecológica, medioambientalmente sostenible, con los de empresas que poseen un marcado sentido de la responsabilidad social, que contribuye a generar un sistema económico más sostenible. El valor añadido que se genera a través de la elaboración y comercialización de productos ecológicos, revierte directamente en el productor socio de la cooperativa, mejorando su renta y haciéndole partícipe de un sistema económico más justo. Además fomenta la permanencia en el medio rural, a través del mantenimiento del empleo y por sus características propias, ya que las cooperativas permanecen ligadas al territorio en que se ubican, contribuyendo a un tejido social más sostenible.

2. Valorización de la producción agraria. Los verdaderos artífices de los productos ecológicos que consumimos son los agricultores y ganaderos de nuestros pueblos. Cuando compramos productos ecológicos de una cooperativa agraria, además estamos asegurando/favoreciendo la preservación de los valores culturales agrarios, la transmisión del saber hacer de los productores y el valor patrimonial de nuestro entorno que se configura a través de los diferentes paisajes y micro ecosistemas que mantienen la biodiversidad porque – de una forma colectiva ganando economías de escala – se está repercutiendo el valor añadido del producto ecológico al mismo productor.

3. De la tierra a la mesa. Los productos cooperativos ecológicos representan la mejor garantía para el consumidor de poner en su mesa directamente productos ecológicos procedentes del productor, proporcionando alimentos de calidad y propiciando un sistema basado en valores como la confianza, la trazabilidad y la cercanía. Además de los atributos organolépticos de calidad, también ofrecen otras cualidades: la tradición de sus métodos, la cultura gastronómica de su origen y la seña de identidad del entorno donde fueron producidos.

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